miércoles, 13 de enero de 2016

RELATOS DE NAVIDAD

Aunque han pasado ya las fiestas navideñas, se han remitido ahora al blog de la biblioteca dos relatos navideños de 1º de ESO B que nos han parecido tan buenos que no hemos podido dejar de publicarlos. Muchas gracias a Hugo y Lucía por compartir su trabajo con nosotros.



SOY UNA BOLA DE NAVIDAD Y ESTOY ORGULLOSA DE ELLO
Hola soy una bola de Navidad, vosotros pensareis ¿Y qué? Pues tengo que ver mucho en vuestra vida. Tengo el mejor trabajo del mundo, trabajo en Jugueterías Ilusa, una tienda muy antigua y famosa situada en la Calle Larios de Málaga. Allí ilusiono cada Navidad a miles de familias de Málaga, de España o incluso del mundo. Sin mí y mis hermanas, las demás bolas de Navidad que trabajan en la tienda, seríais infelices y estaríais desilusionados, tendríais un vacío en vuestro corazón irremplazable en estas fiestas tan mágicas e importantes. Todas las Navidades nos colocan a mí y a mis hermanas en el gran árbol de la tienda; pero este año no, al parecer había fallecido el dueño de la juguetería y al ser un negocio familiar nadie tenía ganas de colocar la decoración navideña en la tienda, era una triste Navidad. Los trabajadores nos dejaron en el almacén porque su tristeza era tan grande que nos iban a tirar para no acordarse de esta dolorosa época que estaban pasando. Antes de eso yo me escapé pero tenía poco tiempo para salvar a mis hermanas. Llegué a la casa de una familia de Vélez-Málaga. Allí unos niños: Ángela, Pablo y Marta, me acogieron aunque al principio se asustaron al ver que una bola de Navidad tenía cara, piernas, brazos y podía hablar. Juntos redactamos un plan que salvaría la ilusión de miles de niños en el mundo. Al día siguiente, fuimos a la tienda; allí ellos me enseñaron a los trabajadores y les dijeron que gracias a su alegría, ilusión y trabajo diario… ¡habían dado vida a bolas de Navidad! Ellos con lágrimas en los ojos accedieron a poner el árbol de Navidad y a decorar la tienda. Y después de salvarles la vida y el trabajo a mis hermanas las bolas me fui para quedarme todas las Navidades en casa de Ángela, Pablo y Marta. A partir de ese momento vamos todas las Navidades a visitar a los amables trabajadores de Jugueterías Ilusa. Por eso y por mucho más estoy orgullosa de ser una bola de Navidad. Así que a la hora de observar pensad que puede haber algo más de lo que creéis a vuestro alrededor.          
                                                      FIN

¡MUCHAS GRACIAS Y FELIZ   NAVIDAD!
                                              




                                                  

   Hecho por Lucía Quesada Guirado, 1ºB


EL HOMBRE QUE NO COMPRENDIA LA NAVIDAD.


13 de diciembre. Se acerca la navidad. Un doctor, llamado Emilio Serrano Pérez, conocido por sus grandes hazañas, está trabajando en una dura operación de trasplante de corazón. Es muy conocido por tener una concentración excepcional. Pero, ese día, hubo un problema. De todos es sabido que a esa persona no le gustaba la Navidad, y mejor dicho, ni si quiera la comprendía. Ese día no pudo concentrarse, pues por una ventana no paraban de sonar villancicos. Emilio consiguió que el trasplante fuera perfecto, pero se fue muy enfadado por no haberse podido concentrar.
Pero eso le pasó cada día; a partir de ese día, no podía concentrarse, pero hubo suerte, no tuvo ninguna operación compleja que hacer, excepto el 25. Ese día tenía una operación de un problema muy grave en el cerebro. Aquel día tampoco pudo concentrarse, entonces, cogió, se enfadó y pegó un grito diciendo:
-¡Odio la Navidad! ¡No sirve para nada!
Entonces, noto como algo raro pasaba. Vio que ninguno de los médicos que tenia alrededor se movía. Era como si se hubiera parado el tiempo. Entonces, se levantó el enfermo y le preguntó:
-¿Por qué odias la Navidad? Es esa época maravillosa en la que ocurren milagros.
-¿Estás bien? ¿Pero no tienes un problema grave en el cerebro?- dijo Emilio, muy asustado.
-Mi único problema ahora es no saber por qué no entiende la navidad.
-Pues porque es inútil, solo es comercio.
-No, es una época para estar con los tuyos, para volver a ver a tu familia, para ser… ¡Feliz!
-Pues yo no lo veo así. Lo único que veo es que usted tenía un problema gravísimo en el cerebro y está perfectamente.
-La magia de la Navidad…- contestó el hombre y desapareció sin dejar huella.

Desde ese momento, Emilio Serrano Pérez, entiende y vive la Navidad con sus amigos y familiares, y es aun más feliz. ¿Y vosotros? ¿Qué hacéis aquí todavía? ¡Que es navidad! ¡Id a disfrutar con vuestra familia! ¡VIVA LA NAVIDAD!

                                                                              FIN




Hecho por Hugo Gómez Martin, alumno de 1ºB. ¡FELIZ NAVIDAD!